Cuando le creó a Adán le dio la potestad de gobernar aquí en la tierra. (Génesis 1.28).
Pero vino la caída del hombre, y ese poder concedido, fue a parar en otras manos. Así entró el pecado en la humanidad que lo llevó a una separación espiritual de su Creador Dios, por ende entró la muerte física para el hombre.
Debo enfatizar algo en este momento, lo que Dios hizo es traer en el mundo físico su Reino, y dejó a Adán como Regente suyo, para gobernar el Planeta Tierra. El Reino de Dios es un gobierno, tiene leyes, principios y sistema. Los países del Planeta Tierra tienen leyes, porque sin Ley no puede haber gobernabilidad. Si no hay Principio nadie puede gobernar porque no hay soberanía, no hay bandera, no hay república. No tiene identidad el país, no tiene un himno que represente el sentir del ciudadano. Si no hay Sistema no puede tener equilibrio la nación, porque los sistemas son el fundamento final de un país o una república. Damos unos ejemplos de sistema. El sistema educativo, el sistema agrario, el sistema de salud, el sistema financiero, etc. Todo esto es parte de un gobierno y respetándolo existe un país con un líder que gobierne con autoridad para el bienestar común de sus habitantes.
Que tiene que ver esto en el mundo espiritual. Así funciona el Reino de los cielos que es invisible, pero muy real, Él (Dios), que lo gobierna. Que hizo el Diablo, atacó la Ley establecida para el hombre, (Génesis 2.17) “Pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Hizo que el Hombre viole una Ley. Cuando violó el Principio entró la muerte en su humanidad. Y el Sistema de vida fue alterado. Su salud fue deteriorado. Su sistema de subsistencia fue cambiado. Génesis 3.17. El sistema de sus emociones se volvió un caos total. Entró el miedo, la desesperanza. Entró la soledad, la desconfianza, la inseguridad, el pánico, etc.
La buena noticia es que Jesús vino a restaurar y restablecer el gobierno del Reino de los Cielos para nosotros. Estableció una Nueva Ley al Ser humano para salvarlo. Esto ya fue escrito en el Antiguo Testamento Jeremías 31.31 y el cumplimiento de esta profecía el mismo Mesías lo dijo: “Porque esto es mi sangre del pacto nuevo que por muchos es derramada para perdón de los pecados. Esa Ley rige ahora para toda la humanidad. Fue establecido un nuevo Principio que da autoridad al hombre de ser perdonado de todos sus pecados. Automáticamente es justificado delante de Dios a través de Cristo por la sangre que derramó en la Cruz del Calvario. Todo Aquel que le acepta como Salvador personal es Hijo de Dios. Juan 1.11 – 12. Restableció el Sistema de Vida que fue alterado por el pecado, Aleluya!!. Su muerte en la cruz lo hizo posible. Su cuerpo fue ofrecido en sacrificio vivo. Isaías habla de esto “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en sufrimiento… ciertamente llevó Él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores… mas El herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos paz, cayó sobre Él el castigo, y por su llaga fuimos nosotros curados. Restauró nuestra salud, nuestras emociones, nos dio seguridad y nos hizo su gobernante. Estableció de vuelta una Ley nueva, un pacto. Un Principio nuevo, su sangre. Un Sistema nuevo, su sacrificio y sus llagas. Isaias 53.3 – 5
Podemos hablar muchas cosas de esto. Me gusta detenerme en este momento para decirte que Jesús te ama mucho y quiere ser parte de ti. Él te quiere bendecir, ayudarte, sanarte, sacarte de la pobreza, de la miseria, de la escasés. Que debes hacer, decirle en sencillas palabras: Jesús, gracias por darme la oportunidad de ser perdonado de todos mis pecados. Me arrepiento de cada uno de ellos y pido que tu sangre me limpie de todo pecado y anota mi nombre en el Libro de la vida. Amén.
Te dejo la dirección de mail. Escribeme, danos tu nombre para orar por ti y tu flia., por tus necesidades. mrestauracionyvida@Gmail.com Si has hecho esta Oración por primera vez, seas Bienvenido en el Reino de los cielos. DIOS SEA SOBRE TI EN MISERICORDIA, GRACIA Y ABUNDANCIA POR LA ETERNIDAD.
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