En el Antiguo Testamento, ya el pueblo de Israel, tenía una promesa de Dios, que va contra toda
estructura de pobreza, miseria y escasez :“Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo". Por eso nosotros debemos tener una mentalidad de “Todo lo puedo que Cristo me fortalece”. Esta mentalidad que confía en Dios y en su promesa, hará que tengas una mentalidad férrea. Que nunca se cansa, siempre va para adelante, no tiene límite. Al contrario, se ensancha cada día. Una mentalidad de conquistador victorioso. Por eso, Tú debes pensar que eres dueño, porque esto te ayudará en donde estés a ser el mejor trabajador. Dirás, estoy aprendiendo en este lugar una profesión. Estoy aprendiendo cómo manejar una empresa, una fábrica. Estoy aprendiendo saber manejar gente. Porque, no pasará mucho tiempo; Dios cumplirá su promesa en mi vida. Dejaré de trabajar para otro; y otros, trabajarán para mí.
Pero, ah!! Aquí está el pero. Debes crear un ambiente de dueño en tu mente. Debes ensanchar tu mente, teniendo sueño grande. Debes aprender a ser rico en tu pensamiento. Pensando que Dios siempre dará lo mejor para ti. Debes aprender todo lo que se pueda; para que Dios deposite en ti, su riqueza. Para que Tú lo puedas administrar y ser un mayordomo fiel. Una misionera en África, tenía tres vacas que ordeñaba cada día. En la guardería se necesitaba más leche. Oraba a Dios diciendo: “Señor, por favor, dame más vaca; porque necesito más leche para poder alimentar a más niños en la guardería”. Oró por casi un año. No fue contestada su oración de parte de Dios, hasta que un día Dios le habla: “Hija, no te doy las vacas porque Tú no has agrandado el corral. Cuando lo ensanches, te daré más vacas. Allí ya no cabe ni una vaca más”. Revelación: Cuando Tú aprendas en Dios, a ensanchar tu mente por medio del Espíritu Santo, tu mente no quedará allí en su estado original. Hará que Tú te muevas en otra dimensión y no te quedarás quieto. Buscarás más y más de Dios y de su sabiduría. Por eso, continúa soñando, sigue con tu proyecto y plan en Dios.
Tengo que hablar siempre en bendición. Debo aprender a hablar. Establecer mi pensamiento en forma positiva. Debo tener la mentalidad de un soldado, porque la característica del uniformado; sea policía, militar; está siempre dispuesto a obedecer una orden. Hay un bello ejemplo en la Biblia del Centurión romano, que dijo: "Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo;.. Pero di la palabra y mi criado será sano”. Porqué él habló de esta manera. Porque conocía la palabra de autoridad, y sabía que Jesús tenía autoridad en el mundo espiritual; por eso habló así.
Tú debes tener esta misma actitud. Porque así Dios te dará sus órdenes. Tú la cumplirás exactamente y no tendrás margen de error. Por eso, debes decretar y hablar en forma positiva.
A cada uno de nosotros, Dios dio habilidades. Por eso Tú no puedes decir, “no puedo”. Además, si confiesas esto, inmediatamente, eres atado en el submundo de la incapacidad. Oye, di solo: Yo puedo. Porque no estoy solo en esto. El Todopoderoso está conmigo, el Gran Yo Soy, está en mi vida. Por eso, estoy cambiando mi mentalidad de pobre o de esclavo, para tener una mentalidad de Rey. Jamás dejes que tu mente te engañe. Tú, domínala siempre, porque Dios te quiere dar trabajo, no empleo. Cuál es la diferencia, pues, aquí va la respuesta. Cuando Adán fue echado del Huerto del Edén, Dios le dijo: Seis días trabajarás, seis días serás adiestrado y aprenderás a trabajar. En seis días Tú desarrollarás tu potencial imaginativo, desarrollarás tu mente y el día séptimo, serás alguien. Eso es lo que le dijo Dios a Adán. Qué diferencia hay en tener un empleo, o un trabajo. El empleo es un lugar adónde vas y haces algo específico. Llega fin de mes y cobras tu salario. Esto uno lo hace por necesidad, porque tiene que llevar el sostén para su hogar. Es una obligación, una imposición, que está sobre tu vida. Sin embargo, el trabajo es diferente. Porque, es desarrollar tu creatividad y hacer algo que te gusta. Por ejemplo, el Carpintero, hace su trabajo. Comienza a cortar la madera, lo mide, y le da forma. Une las piezas, hace una silla, y cuando lo termina, siente gran satisfacción. Por eso dile al Señor, no quiero tener un empleo, porque esto no desarrolla mi potencial. Necesito un trabajo porque éste me da satisfacción y me llena de gozo.
Siempre debes renovar tu pensamiento. Al hacer esto, uno se vuelve constante en lo que hace y piensa. El apóstol Pablo, dice que debemos renovarnos en nuestra manera de pensar. Esto significa, que si somos renovados, conoceremos algo nuevo de Dios. Desecha de tu mente, pensamiento viejo que está en tu vida. Por eso, la Biblia dice: “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que Yo hago cosa nueva”. Despojate de la cosa vieja. Porque, si no cambia tu pensamiento, no podrá venir lo nuevo que Dios tiene para ti. No vivas de la gloria pasada. Debes anhelar otra experiencia nueva con Dios y estar a la expectativa. No te olvides de meditar en positivo. Piensa siempre que el pensamiento de Dios sobre tu vida es para bien. Teniendo, estos ingredientes en tu vida y lo haces, llegarás a la excelencia con el Señor. Este, es el propósito final en tu vida, la excelencia.
Te invito que seas partícipe de las múltiples bendiciones de Dios. El requisito es tener a Jesús en tu vida. Si todavía no lo tienes, ésta es tu oportunidad. Sólo debes hacer esta Oración de Fe repitiendo: Querido Jesús, quiero que me perdones todos mis pecados. Reconozco que soy pecador, y el pecado me separó de ti. Pero ahora me arrepiento y te pido que me perdones. Por favor, anota mi nombre en el Libro de la Vida. Amén.
Te dejo el mail, me gustaría saber de tu vida para orar por ti. mrestauraciónyvida@gmail.com
Sea Propicio El Todopoderoso en tu vida.
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