Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto después de 430 años de esclavitud, ellos estaban yendo hacia una tierra que fluía leche y miel. En otras palabras, tenían todo para su sostén alimenticio, además estaban siendo liberados de la esclavitud. Ya ellos no tenían que jamás hacer ladrillos, y estar siendo castigados por los Capataces, que estaban observando lo que ellos producían.
Pero ellos no veían sus bendiciones. Ellos estaban con una mente de esclavitud. No podían comprender que aun pasando un desierto en sus vidas, ellos estaban caminando hacia su bendición, hacia su porvenir. Hacia una tierra que Dios les estaba dando para que ellos puedan vivir sin preocuparse de nada. Porque era una tierra en donde había mucha abundancia y lo suficiente como para abastecer a ellos, a su hijos, a sus nietos y a todas sus generaciones venideras.
Porque ellos no se dieron cuenta de sus bendiciones. Porque simplemente no cambiaron su manera de pensar. Tenían la mentalidad que eran esclavos, aun cuando ellos estaban libres. Todavía sintieron en sus corazones que eran esclavos y tenían que vivir así hasta sus muertes. Por eso, hay personas que dicen: Yo soy pobre, mis padres eran pobres, mi generación era pobre y yo moriré también pobre. Esto es simplemente porque tienen esta mentalidad de pobreza en sus mentes y no lo cambian. Evangelio significa buenas nuevas, noticias nuevas, anuncios nuevos para el ser humano. Contando que Dios tiene riquezas incalculables para con sus hijos que aceptan a Jesús como su Señor y Salvador personal. Lo más triste de estas personas es que dicen y se quejan de su pobreza. El pueblo de Israel se quejaba constantemente. Su queja era que no tenían cebolla y ajo. Que ironía, verdad? Por dos cosas insignificantes estaban quejándose. No se cuál sería tu queja, pero te invito a que no te quejes más. Sólo agradece a Dios por lo que tienes y cambia tu mente diciendo: “Desde ahora Yo soy un hombre o una mujer próspero/a. Tengo bienes materiales que Dios está preparando para mi. Lo voy a recibir y será en abundancia. Lo disfrutaré yo y mis generaciones”. Porque “la bendición trae gozo y no tristeza”
Quiero darte algunas revelaciones para tu vida, para que lo practiques. Recuerda lo que le pasó a los israelitas y no quisiera que estos errores Tú lo cometas:
1. Agradece a Dios por todo lo que tienes. Mira las cosas que tienes en tu casa, utensilios, ropas, camas, etc.
2. Por la salud de tu vida y la de tu familia. Aun si alguno está enfermo, aun así dale gracias por la enfermedad que tuvo, porque la Biblia dice que “por las llagas de Jesús ya fue curado”
3. Agradece el pan de cada día que consumes, no importa la calidad. Tienes algo en tu mesa para comer y no estás pasando hambre.
4. Agradece por el dinero que tienes cada fin de mes o por semana, porque tienes. Algunas personas ni saben cuando van a tener dinero para cubrir sus necesidades. Tú lo tienes y no te quejes porque es poco y no te alcanza para cubrir todas tus necesidades, sólo agradece.
5. Después que agradeciste a Dios por todo lo que tienes. Quiero que hagas una gran fiesta. Alégrate de corazón, reúne a tu familia y diles: Esta es nuestra bendición y le damos la bienvenida a nuestra casa, al dinero, a la salud y a todo lo que tenemos. Quiero que te rías de todo tu corazón, y te alegres con tu familia. Esto lo puedes hacer como un Cumpleaños y como una Boda en dónde todos están contentos. Hazlo, porque verás cómo Dios abrirá las compuertas de los cielos y derrama bendición hasta que sobre y abunde.
6. Sabes porqué se multiplicó los panes y los peces en la mano de Jesús?. Porque El siempre era agradecido. Cuando eres agradecido en todo, Tú verás cómo se te multiplican todas las cosas en tu vida.
7. La queja ahuyenta tu bendición y trae muerte espiritual en tu vida. El diablo maneja tu vida familiar y tu economía. No permitas entonces la queja dentro de tu vida.
8. Por último, tal vez Tú no veas todavía tu bendición, pero en tu mente y en tu corazón ya están tus bendiciones. Pronto se harán realidad. Sólo espera y continúa agradeciendo que esto te traerá tu bendición. Traerá paz a tu vida y verás tu sueño y proyecto en Dios realizados.
Si todavía no tienes a Jesús en tu corazón. Puedes hacerlo, repitiendo esta sencilla Oración de Fe diciendo: Jesús quiero tenerte en mi corazón. Por eso te acepto como mi Señor y Salvador personal.Te pido que me perdones de todos mis pecados. Anota mi nombre en el libro de la Vida. Amén. Si has hecho esta oración por primera vez, este es mail mrestauaracionyvida@gmail.com Escríbeme que estaremos orando por tu vida y tu familia. QUE TENGAS UN EXCELENTE DÍA CON JESÚS.
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