EL TRABAJO FUE REDIMIDO



Había una maldición sobre el Hombre cuando éste pecó en el Edén. Dijo Dios: Obtendrás tu comida con el sudor de tu frente hasta que mueras y regreses al polvo, porque tú saliste de allí. Polvo eres y en polvo te convertirás. Génesis 3.19. Jamás Adán trabajó durante su estadía dentro del Edén. No conocía el trabajo en sí, cumplir horario. No tenía idea de cómo trabajar, producir para poder sustentarse. Cuando Dios habló esta palabra, desde allí Adán, comenzó una nueva etapa de su vida terrenal.

Aun peor en Génesis 3.18. La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. Eso era terrible, catastrófico. Un caos total para la vida de Adán. Muy malas noticias. Desde allí el ser humano tuvo que trabajar para poder sostenerse y sustentar a su familia hasta el día de hoy. Quiero dejarte una revelación que cambiará el transcurso de tu vida. Lo que hizo Jesús en la Cruz del Calvario, antes de ser crucificado, le incrustaron una Corona de Espinas en su cabeza. Dijo Dios a Adán, “en seis días hizo Dios toda la tierra y el séptimo día descansó”. Génesis 2.2.

Revelación: Cuando a Jesús le colocaron la Corona de Espinas, estaba recibiendo en su cuerpo la maldición caída sobre el hombre acerca del trabajo. Se hizo pobre, para que nosotros seamos rico. Así nos liberó de la miseria, la escaséz y la pobreza.

Qué diferencia hay entre el trabajo y el empleo. Trabajo es hacer lo que te gusta. Usar tu imaginación. Ejemplo: un carpintero, artesano, etc. Esto está relacionado con tu vocación. Si haces lo que te gusta, no te sentirás frustrado. No estarás pendiente de tu horario de salida o de entrada, harás tu trabajo muy a gusto. El empleo te da dinero, pero no te da para desarrollarte como persona. Es sólo para llevar el sostén a tu hogar y nada más. Dios trabajó seis días, el séptimo descansó. Porqué lo hizo, para que el Ser humano siga haciendo su trabajo. Dios te bendecirá con un trabajo, porque tú eres su Hijo, y el peso del trabajo ya no lo sentirás más, allí está la revelación.

Aplica este principio y verás resultado poderoso en tu vida. Vivirás aquí en la tierra feliz, contento y agradecido. Si no tienes a Jesús como Señor y Salvador personal te extiendo una invitación. Solo repite esta Oración diciendo: Jesús quiero que seas mi Señor y Salvador personal. Te necesito. Mi pecado es una carga muy pesada que llevo. Por eso te pido que me perdones cada uno. Te acepto como mi Señor y Salvador personal. Anota mi nombre en el Libro de la Vida. Amén. Si has tomado esta decisión, Bienvenido eres en la Gran Familia de Dios. Tendrás siempre su protección y ayuda. Te dejo mi dirección de mail. Escríbeme, mrestauracionyvida@gmail.com Estaremos orando por ti y tu familia.

DIOS ES PAZ Y MISERICORDIA. AHORA ENTRA EN SU PRESENCIA Y SERAS FELIZ SIEMPRE CON SU BENDICION

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