Vuelve al Orígen.

Cuál es mas valioso?; el vino o el viñedo, el oro o una mina de oro, el agua o el manantial.
Muchas veces, para no decir siempre, nosotros acostumbramos a dar valor al producto de las materias primas. De igual manera, nos olvidamos que sin la materia prima no existe el producto. Significa que los valores que nosotros damos a las cosas son "abstractas", se desvanecerá instantáneamente cuando no lo queramos. Y los problemas surgen cuando las cosas pierden su valor. Ejemplo: La crisis financiera que sucumbió a muchos bancos americanos y europeos en los últimos años. Estos invirtieron en acciones bursátiles creados a base de bonos, en otras palabras en pagarés que todavía no fueron cancelados. El orígen fue dar valor a cosas que no existía aun. A esta costumbre humana Santiago define así: "Los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando vivimos sólo para hacer lo malo, lo único que nos espera es la muerte eterna." Santiago 1:15 (Traducción en lenguaje actual). El egoísmo humano sentenció a muerte la economía mundial.
Nosotros debemos cambiar esta costumbre. Debemos dar valor a las cosas primordiales. Buscar el valor supremo y eterno que nunca cambiará. DEBEMOS VOLVER AL ORIGEN.
Entonces, cuál es el orígen de nuestra economía, el principio de nuestra vida, el orígen de nuestro bienestar?. La Biblia responde: "Yo soy el que soy"(Éxodo 3:14). Traducido: "Yo soy el principio y el orígen de Todo". En Dios mana la vida. Él es nuestro suplidor, protector, guiador. Nos salvaguarda de todo mal y enfermedad. Dios es nuestro orígen. Y Dios aplica esta verdad en la vida de Jesús quien dijo estas palabras: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí"(Juan 14:6). Jesús es el camino a nuestro orígen. El nos guiará al principio de todo.
Si hoy estás enfermo, llama el nombre de Jesús, El te guiará al orígen de tu salud. Si hoy estás en bancarrota, llama el nombre de Jesús, El te guiará al orígen de tu economía. Llama, clama, grita a toda voz el nombre de Jesús en toda situación en la cual Tu ya no puedas soportar. Jesús, nuestro Salvador, te guiará a tu orígen eterno, ante TU PADRE CELESTIAL, DIOS.
Di estas palabras hoy: "Jesús, no puedo más, ayúdame, Tu eres mi Salvador, llévame ante la presencia de mi Padre, Dios. Soy su hijo. Amén"
Escrito por: Nicolas Ko, amigo y discípulo.

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