1.- Bendito es aquel cuya transgresión ha sido borrado. Practica siempre la misericordia. Anda en la verdad. Perdona en todo tiempo. Ora por los huérfanos. Da comida al mendigo. Mantén perfil bajo. Se de bendición. Proclama a Jesús. Serás una persona grande delante de Dios, y pequeña ante los ojos del hombre.
2.- Comienza a saber manejar tu sentimiento. Si alguien habla mal de ti, te ofende, otorga el perdón. Esa gente es tóxica. Es pobre en espíritu. No tiene nada que dar. Recuerda tu galardón es grande en el reino de los cielos. Aún más cuando eres inocente de la acusación. Tu ejemplo es Cristo Jesús. Calla, no te defiendas. Dios te hará justicia.
3.- Cuando más presión haya sobre tu vida, recuerda que está haciendo el ajuste necesario en ti. Pedro caminó sobre el mar. El puente fue la Palabra de Jesús, VEN. Así Él fue ajustado para hacer milagro. Dijo al Paralitico: No tengo oro ni plata, pero lo que tengo te doy, en el nombre de Jesús: Levántate y anda. La presión es el proceso. No te quejes.
4.- La paz de Dios se manifiesta en nuestra vida, cuando la dificultad se acrecienta. Es el momento de acercarnos a Dios y decirle que nos cubra de todo ataque del enemigo. No te quejes . Este es el proceso normal. Disfruta de su parecencia en ti. DTBM.
5.- La Adoración en medio de la prueba es lo que mueve la mano de Dios a tu favor. Solo confía. La salvación vendrá con certeza a tu vida mientras esperas tu victoria. No mires tu circunstancia. Solo ve la senda de bendición que Dios tiene para ti.
6.- La prueba y la dificultad que puedas tener, es solamente para que pases de un nivel espiritual a otra dimensión. De paso Dios pule tu carácter y Él se manifiesta en tu vida personal en Gloria.
7.- En la vida, a veces no se puede tener todo lo que uno desea. Pero debemos aprender a disfrutar de lo que tengamos. Ser agradecido en todo. Ser dueño de nuestra emoción y lo principal, ser feliz con lo que tenemos. Dios no nos dejará huérfanos. Estará con nosotros hasta el fin del mundo.
Te invito para que Jesús sea parte de tu vida. Haz esta Oración de Fe diciendo: Jesús, quiero aceptarte como mi Señor y Salvador personal. Perdona todos mis pecados porque me arrepiento. Ayúdame a serte muy fiel hasta que me lleves a tu reino. Amén.
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