Vive en la Cuarta Dimensión

En una de mis conferencias proféticas, hablé del llamamiento de Jeremías, que está en el Capítulo 1 que lleva el mismo nombre y encontré varias verdades ocultas para mí que hoy los voy a compartir contigo. Jeremías fue llamado desde el vientre de su madre. Dios determinó que fuera su profeta antes de nacer. Antes de que tu nazcas Dios decidió y determinó que tu serás de mucha bendición para miles, y te bendijo con toda clase de bendiciones espirituales. Llegado el tiempo Dios le habló y dijo: Jeremías te di por profeta a las naciones. Hoy llegó el tiempo y Dios te dice: Yo te di mi ADN; no eres una persona cualquiera, eres mi hijo, y esto no es voluntad humana, sino de Dios, y serás de bendición a tu país, a tu ciudad, a tu barrio, a tus vecinos, a tus parientes y a ti mismo. Jeremías dijo: ¡Ah, ah, Señor Jehová! Yo no sé hablar, porque soy como un niño. Hoy Dios te llama a ti y te dice: Juan, o María y tu le respondes, Señor, yo no sé hablar, porque soy como un niño. Dios en el caso de Jeremías le tuvo que abrir los ojos. Dios sabía que Jeremías estaba en cautiverio, y que pensaba como esclavo; él no podía creer que Dios le llamó para que sea su profeta, y ¿cómo lo haría si estaba preso? ¿Cómo sería de bendición a Dios, y además era joven? Lo mismo ocurre en tu vida ahora. Dios te abre los ojos y te dice: Estuviste como esclavo del Príncipe de las tinieblas, pero ahora estas conmigo en mi Reino de Luz. Ahora tu tienes poder sobre toda fuerza del mal. El te dice: "Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos y, aunque beban cosa mortífera, no les hará daño, sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán." Marcos 16.17/18. Debo aclararte que no buscarás una serpiente para que te muerda, ni tampoco harás un coctail de veneno y lo beberás, no; simplemente Dios te esta diciendo que nada de lo que el diablo te pueda hacer te dañará. Pues Dios determinó que seas una bendición para mucha gente. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice el Señor. Le animó Dios a su profeta: Sé que tu no estás libre, pero te cambio de mentalidad, te cambio de actitud y te cambio de posición. Eso quiere hacer contigo el Señor, te da seguridad, y quiere cambiar tu mentalidad, de acuerdo a tu pensamiento así eres, por eso debes de sacar de tu vocabulario: "No puedo", porque al confesar esto por tu boca, estás entrando en el infra-mundo de la incapacidad, y le estás dando autoridad a los demonios para operar en tu vida y hacer de ti un incapaz. Renuncia a esto y sacúdete que Dios te está liberando ahora de esa esclavitud. Dios quiere que cambies de mentalidad: "El llevó cautivo toda nuestra mente,... y renovaos todos los días vuestra mente". Dios quiere un cambio de actitud. Una buena actitud trae mucha bendición a tu vida, eso significa que no debes quejarte, ni murmurar de nadie; si antes eras incrédulo ahora eres creyente, deja la mala actitud y cámbialas por buenas actitudes y verás grandes milagros en tu vida. Por último, un cambio de posición. Antes eras esclavo, ahora eres libre, antes eras un necesitado, ahora tus necesidades son sustentados por el Señor. Antes eras un pecador perdido, ahora eres un Hijo de Dios. Estos pasos, hizo el Señor en Jeremías, y logró Dios su objetivo con él, y que bendición fue Jeremías para su pueblo y para el mundo hasta hoy. Quiero decirte que tu tienes la misma oportunidad en Dios de trastornar un país, una ciudad, un pueblo, un barrio, una comunidad; aplica estos pasos espirituales en tu vida y trastornarás generaciones tras generaciones, y serás recordado en el Reino de los Cielos y aquí en la tierra. Otra cosa que Dios hizo es que "Toco mi boca y me dijo he puesto mis palabras en tu boca".
Revelación: Dios puso la misma esencia de la Palabra, el Verbo "En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios". Con esa palabra Dios creó los cielos y la tierra, lo visible e invisible, la misma palabra que dijo sea la luz y fue la luz, ese poder depositó en un ser humano llamado Jeremías. Si te dejas manejar por el Señor y aceptas pagar el precio, tu tienes la misma oportunidad de recibir de parte de Dios esta gracia tan especial. ¿Quieres pagar el precio? Hazlo. A Jeremías le costó su castidad, no se casó nunca ni tuvo hijos, pero pagó el precio y trastornó a toda una nación y muchas generaciones. Te animo a hacer lo mismo. Dios te bendiga.

Si has tomado una decisión de servir al Señor Jesús, puedes hacer una oración diciendo: Jesús, quiero ser un vaso usado por ti. Te pido que me perdones todos mi pecados. Anota mi nombre en el Libro de la Vida y acepto este desafio para mi vida. Ayúdame en todo tiempo. Amén. Si has hecho esta oración por favor hazme saber escribiendo a esta direccion: mrestauracionyvida@gmail.com Personalmente con mi equipo oraremos por ti y tu familia. Dios te bendiga mucho.

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